¿Dónde han quedado..?

Siempre me hago la misma pregunta, ¿dónde han quedado los verdaderos amigos? ¿Han existido alguna vez?

La sociedad de hoy en día si se ha de describir, principalmente es materialista. La importancia que hay, en que los de tus círculos sean afines a un determinado juego de Play, tengan AirMax o lleven puesto un NorthFace condiciona y mucho la relación existente. Nadie se para a conocerte. Solo porque lo lleves o entiendas ya estás en el círculo; ya eres un integrante más. Qué importa si para haberlo tenido, hayas robado, hayas vendido objetos en propiedad familiar; da igual lo tienes, es lo que importa.  La fachada hoy cuenta más que el interior. Si vistes de marca eres pijo, si llevas gafas y tienes iPhone eres hipster. Hagas lo que hagas, los tags que hoy en día se atribuyen en Twitter se sacan fuera del marco digital, para adjudicárselos al primero que te entra por los ojos. Los prejuicios están a la orden del día en una sociedad que no concibe la verdadera amistad. Los patrones de juego están definidos, los contendientes también: monigotes sociales. Nos dejamos llevar como monigotes. Hoy me interesas por X razón eres mi «mejor» amigo.

Concibo la amistad como uno de los valores más preciados del ser humano. Muchos la definen como «la familia que se escoge». Pues bien, atendiendo a esa definición, creo que las elecciones echando un ojo al panorama social, a mi parecer no son las más idóneas. Los amigos de hoy en día se reúnen para hablar por WhatsApp a dos metros. Es triste pero es la realidad. Los núcleos de reunión hoy no son bancos en solitario donde contarse los problemas. Si no hay Wi-Fi, estamos en el lugar equivocado. Atrás quedaron las tardes de reunión donde se disfrutaba de los amigos. Hoy se está más pendiente de la ‘Última conexión’ del ajeno, que de los problemas del conocido. Es increíble cómo 4 pulgadas de pantalla y 200 gramos ganan al ser más complejo que existe. Yo es que no sé si ya soy el único en el planeta que piensa, qué coño tiene que hablar con otro/a que es más importante que yo que estoy al lado. No lo entiendo y creo que a este paso no lo llegaré a entender.

No digamos ya si se sale en grupo. Cada cual saca sus 4 pulgadas y se aísla del resto. Los comentarios entre amigos se extinguen dejando paso a las alusiones de lo que un tercero twittea en su cronología. El caché social es más importante que la comprensión del que tienes al lado. Lo mejor de todo es que como el resto, inmerso en su inmadurez se ríe, tú has de hacer lo mismo, no sea que despuntes pero no precisamente al alza.

Otra de las condiciones de la Amistad 2.0. es que evidentemente, si sales en grupo tienes que hacer constancia de lo que has hecho esa tarde dejando tus fotos en Instagram o poniendo tu tweet de ‘Buena tarde con @…». Parece que si no lo haces, no eres afín al resto. Tus followers ‘necesitan’ saber que sales con tus ‘amigos’; que tienes ‘amigos’ porque si no, los ‘tags’ comenzarán a otear tu persona. Damos más valor a los Retweets y Favoritos que a las acciones que esa persona tiene contigo. De ahí que los favores y  la bondad se hallen en peligro de extinción.

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