Educación idealista

Era iluso sí, lo era. Creía que tras tres etapas educativas a la cuarta -ya que a la tercera no fue- iba a ser la vencida. Pero tampoco. La desilusión me abruma y lo peor de todo, las fuerzas flaquean casi incluso antes de empezar.

Tomas contacto con una nueva atmósfera, quizá idealizada desde que eres estudiante, para llevarte a casa día tras día, fiasco tras fiasco, un desengaño que aumenta por jornada. La Universidad no da la talla. ¿Qué da la talla en España? Esa es mi pregunta. La educación desde luego no. Creía que los profesores y la manera de exponer los contenidos en la nueva realidad educativa iban a marcar una tónica bien diferente respecto a anteriores etapas. Pero no. Sigo dividiendo a los profesores con las mismas categorías de siempre. Inspiradores -escasean. Si te tocan es como la lotería-, repetidores -papagayos que se saben la materia de memoria y la repiten y quieren que se la repitas- e impostores -profesores sin vocación, sin autocrítica-. Esa es la realidad del mundo universitario para desgracia de todos aquellos que estamos del otro lado. Espectadores pero también expectantes, expectantes ante lo que acontece. Sin embargo, lo que acontece ya no es novedoso. Te suena; lo has vivido antes, es un dejà vu, más que un dejà vu yo diría, una pesadilla. No obstante, lo peor de todo es que ahora pagas. Pagas por una «educación».

Educar es instruir y ser instruido. Es un diálogo entre profesor y alumno donde ambos aprenden uno del otro. Hoy en día, la mayoría de los profesores imponen su único criterio como norma válida para educar. No hay apenas réplica de la otra parte. Y cada día menos. Señores y señoras cada vez menos asertivos que se limitan a soltar su charla, a veces incluso con sesgo ideológico implícito, e irse por la puerta con una cartera bajo el brazo que a muy pocos les daría yo como bien merecida. No dan la talla. Son componentes de una estructura inútil creada dentro de un sistema abocado a la debacle. Las pretensiones distan de los objetivos primordiales de la educación. Educar es utópico ya. Una vez más las personas dejaron de ser personas para convertirse en objeto de capital. Me da lástima el sistema educativo español. Mucha lástima.

1800€ de matrícula por cursar un grado; en mi caso periodismo, para sentarte en un banco a escuchar hablar a personas que dicen ser profesores, que dicen tener un amplio curriculum pero que no aman lo que hacen. Es muy triste. Más triste es ver el programa de las diferentes asignaturas y darte cuenta que lo que vas a estudiar poco o nada tiene que ver con la realidad de la profesión que quieres desempeñar. Si fomentar el aspecto crítico en periodistas es repetir manuales obsoletos, anclados en el pasado y realizar prácticas inútiles queda todo dicho. Sin embargo, el sistema quiere reducir las carreras de cuatro a tres años y obligar a cursar un master de dos años para poder ser periodista. Rentabilización a cambio de educar por conveniencia. Es un bucle sin salida. Vamos al desastre.

No hay nada más práctico que irte a LinkedIn y buscar perfiles y ofertas de trabajo como graduado en comunicación (por poner un ejemplo) porque al fin de cuentas ya no existen diferencias entre los tres grados que se cursan en Ciencias de la Información: Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad y Relaciones Públicas. Uno se encuentra requisitos para una oferta media como:

– Bilingüe ingles- español

– Especialista en periodismo digital con conocimientos en posicionamiento web (SEO), redes sociales y reputación online.

– Se valorará conocimiento de marketing publicitario/comercial y de Community Manager.

Se ocupará de liderar la estrategia de comunicación online de webs, el volcado de contenidos y la supervisión y redacción de los mismos, junto al equipo del departamento.

– Licenciatura en Ciencias de la Información con experiencia en un proyecto de prensa o redacción de contenidos online en periódico o revista digital, etc.

– Abstenerse aquellos que no tengan conocimientos del medio digital.
(Fuente: Indeed http://www.indeed.es/rc/clk?jk=e68d6972e71dce23)

Miro la oferta. Miro mi programa. Miro también el resto de asignaturas que debo cursar a lo largo de los diferentes cursos. No encuentro ninguna que hable de Web 2.0, Social Media Management, Community Management, Search Engine Optimization… Esa es la realidad. No la burbuja en la que pretenden desconectarnos imbuyéndonos contenidos ineficaces. 1800€ multiplicado por cuatro años (7200€) es lo que vale un título como graduado en Periodismo que no te sirve si no se complementa con herramientas indispensables actualmente. Comunicar en 2015 no es lo mismo que comunicar en 1980/90. La base es la misma; la aplicación es una clara dicotomía. No solo vale con aprender una parte del binomio. Ese es el problema de hoy en día. La Universidad no cubre los requisitos que solicitan las empresas. No me sirve de nada que me traten como un idiota y me empiecen contando que la empresa periodística está integrada en una estructura…Memeces. Si estoy en Periodismo es porque sé lo que quiero y sé dónde estoy. Dame herramientas que me sirvan. No me tomes el pelo.

Imaginemos que uno no tiene ni idea -como la inmensa mayoría de estudiantes; algo testado cuando ha habido diferentes ponencias de Social Media con tecnicismos propios del área y uno que es observador ha visto las caras del resto- ¿cuánto costaría la formación para esa oferta media como periodista? Bien, busquemos en Internet.

– Grado en Periodismo: 7200 € (no se tiene en cuenta ningún Máster)

– Curso de formación en Community Management y SEO: 1500€
Precio Público de Matrícula: 1.200 euros
Precio del Material: 300 euros
(Fuente: UNED: http://www.cursocommunitymanageruned.com/informacion.html)

-Técnico profesional en estrategias de marketing online: 3000 €
(Fuente: http://www.esuma.com/blog/courses/tecnico-en-marketing-y-estrategia-online/)

-Curso Intensivo de Inglés: 390€
(Fuente: http://sitemadrid.workinglanguages.es/cursos/ingles/intensivo/

Total: 12.090 €. Sin contar el grado: 4890€

La formación complementaria supera el dinero que se necesita para pagar más de dos años de carrera y lo que me parece increíble es que no se adapten las necesidades de un profesional que busca trabajo en las programaciones de otras tantas asignaturas inútiles que ocupan un espacio en vano y que lo único que hacen es teorizar algo que con un día de práctica, tomando contacto con la realidad, se aprende mucho mejor. Ese es el problema. La realidad choca de bruces con el idealismo. España nunca tendrá un sistema educativo eficaz si no se adaptan y se aplican las necesidades del mercado a un programa de asignaturas actualizado que sirva de base para dar el salto profesional con la preparación imprescindible.

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